La seda se produce durante todo el año en Tailandia mediante dos tipos de gusanos de seda: los Bombycidae cultivados y los Saturniidae salvajes. La mayor parte de la producción se produce después de la cosecha de arroz en las zonas sur y noreste del país.

Las mujeres tradicionalmente tejen seda en telares manuales y transmiten esta habilidad a sus hijas, ya que tejer se considera un signo de madurez y elegibilidad para el matrimonio.

Los textiles de seda tailandeses suelen utilizar patrones complicados en varios colores y estilos. La mayoría de las regiones de Tailandia tienen sus propias sedas típicas. Un filamento de un solo hilo es demasiado delgado para usarlo por sí solo, por lo que las mujeres combinan muchos hilos para producir una fibra más gruesa y utilizable.

Hacemos esto enrollando manualmente los hilos en un huso de madera para producir una hebra uniforme de seda cruda. El proceso dura unas 20 horas para producir medio kilo de seda. Muchas operaciones locales utilizan una máquina devanadora para esta tarea, pero algunos hilos de seda todavía se devanan a mano. La diferencia es que los hilos enrollados a mano producen tres grados de seda: dos grados finos que son ideales para telas livianas y un grado grueso para materiales más pesados.

La tela de seda se remoja en agua extremadamente fría y se blanquea antes de teñirla para eliminar el color amarillo natural del hilo de seda tailandesa. Para ello, se sumergen ovillos de hilo de seda en grandes recipientes con peróxido de hidrógeno. Una vez lavada y seca, la seda se teje en un telar tradicional manual.